Me dejaste el mundo de cabeza
y un grito en el contestador
que anunciaba con toda certeza
que esta vez se te acabó el amor.
Me dejaste un pero y un por qué
unos cuantos insultos y un adiós,
una duda flotando en mi cabeza
y la promesa de no volver jamás.
Lo que siento lo guardo en la nevera,
por si un día decides regresar.
¿qué hago con este cementerio de sueños
y con toda mi mitad,
con esta deuda de afectos
y con tanta libertad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario